YO MARINA-EMER PASTOR DIEZ
La casa de los abuelos (Asturias)
Qué lejos aquellos años…
Qué sola quedó la casa y la reguera.
Ya no se ven geranios ni margaritas
Ni nadie coge el fruto de aquella higuera.
La cancela cerrada de canto a canto…
La corralada sucia y polvorienta,
La cocina tan fría como el llanto
Y las camas desnudas sin cubierta.
La escalera que conduce a la sala,
Oscura entre penumbra, sin baranda.
Los porticones de las ventanas rotos
Y enmohecida está la alcoba y descuidada.
El corredor que el sol…lo caldeaba,
Descolorida cruje la madera
Y el tejado, seis tejas en hilera,
Unos gatos con cría dan camada.
Qué lejos aquellos años…
Cuando llegué con mis veinte primaveras,
La casa llena de gente, la corralada cubierta…
De trepadoras en flor, las macetas todas llenas…
De flores de mil colores y la madre…
Una madre que me colmaba de amor.
Casi toda la familia se marchó,
La mayoría hacia el cielo y alguno que se casó.
(Pero la casa del pueblo), allá sola se quedó.
Autora: Marina Pastor Diez
Poesía que su autora Marina ha dedicado al recuerdo a sus padres políticos y nietos, sus propios hijos. Teniendo la atención y gentileza de compartirla conmigo, y yo a su vez con todos vosrotr@s.
Su marido fallecido hace poco tiempo era de Asturias como yo. Y ese es el motivo por el que se ha ido enraizando profundamente nuestra amistad, desde el primer día que hemos sido presentadas por Marita, otra excelente amiga nuestra.
Marina vive y es de la costa Brava, ella compone poesía estando dotada de las facultades necesarias como poetisa consagrada, desde el momento que tuvo entre sus manos una cuartilla en blanco y con una pluma fue dibujando los sentimientos que a veces están postergados, ahogándose en el silencio del vacío, en el propio corazón y en los ajenos, llegando a crearles vida... para deleite de quienes tienen la suerte de leer sus obras.
Son tales los lazos de ternura que va tejiendo que consigue despertar ese otro yo que casi todos llevamos dentro olvidados sin dejarles ver la luz... y ese es el motivo por el cual no se puede pasar sin ir a visitar su poemario cada semana.
Cuando das por finalizada la lectura y cierras los ojos te sientes envuelta por el embrujo que han causado sus palabras... tan profundas que van directas al corazón...
Marina amiga, sigue el camino que has elegido lleno de luz... dandote efusuvas gracias por tener amigas de un corazón tan preciado como el tuyo.
Tuya siempre
María del Carmen